jueves, 10 de septiembre de 2009


TECNOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE

La principal finalidad de las tecnologías es transformar el entorno humano (natural y social), para adaptarlo mejor a las necesidades y deseos humanos. En ese proceso se usan recursos naturales (terreno, aire, agua, materiales, fuentes de energía...) y personas que proveen la información, mano de obra y mercado para las actividades tecnológicas.
El principal ejemplo de transformación del medio ambiente natural son las
ciudades, construcciones completamente artificiales por donde circulan productos naturales como aire y agua, que son contaminados durante su uso. La tendencia, aparentemente irreversible, es la urbanización total del planeta. Se estima que en el transcurso de 2008 la población mundial urbana superará a la rural por primera vez en la historia.[45] [46] Esto ya ha sucedido en el siglo XX para los países más industrializados. En casi todos los países la cantidad de ciudades está en continuo crecimiento y la población de la gran mayoría de ellas está en continuo aumento. La razón es que las ciudades proveen mayor cantidad de servicios esenciales, puestos de trabajo, comercios, seguridad personal, diversiones y acceso a los servicios de salud y educación.
Además del creciente reemplazo de los ambientes naturales (cuya preservación en casos particularmente deseables ha obligado a la creación de
parques y reservas naturales), la extracción de ellos de materiales o su contaminación por el uso humano, está generando problemas de difícil reversión. Cuando esta extracción o contaminación excede la capacidad natural de reposición o regeneración, las consecuencias pueden ser muy graves. Son ejemplos:
La
deforestación.
La
contaminación de los suelos, las aguas y la atmósfera.
El
calentamiento global.
La
reducción de la capa de ozono.
Las
lluvias ácidas.
La
extinción de especies animales y vegetales.
La
desertificación por el uso de malas prácticas agrícolas y ganaderas.
Se pueden mitigar los efectos que las tecnologías producen sobre el medio ambiente estudiando los
impactos ambientales que tendrá una obra antes de su ejecución, sea ésta la construcción de un caminito en la ladera de una montaña o la instalación de una gran fábrica de papel a la vera de un río. En muchos países estos estudios son obligatorios y deben tomarse recaudos para minimizar los impactos negativos (rara vez pueden eliminarse por completo) sobre el ambiente natural y maximizar (si existen) los impactos positivos (caso de obras para la prevención de aludes o inundaciones).
Para eliminar completamente los impactos ambientales negativos no debe tomarse de la naturaleza o incorporar a ella más de los que es capaz de reponer, o eliminar por sí misma. Por ejemplo, si se tala un árbol se debe plantar al menos uno; si se arrojan residuos orgánicos a un río, la cantidad no debe exceder su capacidad natural de degradación. Esto implica un costo adicional que debe ser provisto por la sociedad, transformando los que actualmente son
costos externos de las actividades humanas (es decir, costos que no paga el causante, por ejemplo los industriales, sino otras personas) en costos internos de las actividades responsables del impacto negativo. De lo contrario se generan problemas que deberán ser resueltos por nuestros descendientes, con el grave riesgo de que en el transcurso del tiempo se transformen en problemas insolubles.
El concepto de
desarrollo sustentable o sostenible tiene metas más modestas que el probablemente inalcanzable impacto ambiental nulo. Su expectativa es permitir satisfacer las necesidades básicas, no suntuarias, de las generaciones presentes sin afectar de manera irreversible la capacidad de las generaciones futuras de hacer lo propio. Además del uso moderado y racional de los recursos naturales, esto requiere el uso de tecnologías específicamente diseñadas para la conservación y protección del medio ambiente.

jueves, 27 de agosto de 2009

riesgos tecnologicos


Los riesgos tecnológicos son riesgos asociados a la actividad humana (tecnológicos, biológicos,...). Se trata de los riesgos percibidos como fenómenos controlables por el hombre o que son fruto de su actividad.

La diversidad de los riesgos tecnológicos

  • Algunos riesgos están directamente relacionados con las actividades agrícolas y industriales. Los tratamientos químicos inducidos por el productivismo agrícola contaminan las capas freáticas. El agua potable escasea.
  • Las actividades industriales generan también riesgos, especialmente en el sector de la química. Así, en 1976, en el municipio de Séveso cerca de Milán, en Italia, una fábrica química dejó escapar vapores de dioxina en la atmósfera que han tenido graves consecuencias sobre la salud de las poblaciones cercanas. En 2001, la explosión de la fábrica química AZF de Toulouse (Francia) ocasionó victimas humanas y destrucciones considerables.
  • La producción, el transporte y el consumo de energía están en el origen de numerosos riesgos. El transporte de petroleo por mar ya ha provocado un gran número de mareas negras como la catástrofe del Prestige, teniendo especial incidencia en Galicia, en el 2002. La emisión de gases a efecto invernadero, es en parte responsable del calentamiento global. Las centrales nucleares están muy vigiladas pero catástrofes (fugas radioactivas) ya han tenido lugar como por ejemplo, el accidente de Chernóbil (en Ucrania) el 26 de abril de 1986.

La distribución desigual de los riesgos tecnológicos

  • Los riesgos tecnológicos existen en los países ricos así como en los países pobres o en desarrollo. En 1984, en la ciudad india de Bhopal, una fuga tóxica conlleva la muerte de unas 4 000 personas. Las ciudades chinas están entre las ciudades más contaminadas del mundo.
  • Los países del Sur están particularmente expuestos porque el rápido desarrollo económico pone de lado las medidas de precaución elementales. Este fue también el caso de los países actualmente desarrollados durante la revolución industrial del siglo XIX al siglo XX.

jueves, 13 de agosto de 2009

PROBLEMAS AMBIENTALES



La especie Homo sapiens, es decir, el ser humano, apareció tardíamente en la historia de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar el medio ambiente con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos hicieron su aparición en África, no tardaron en dispersarse por todo el mundo. Gracias a sus peculiares capacidades mentales y físicas, lograron escapar a las constricciones medioambientales que limitaban a otras especies y alterar el medio ambiente para adaptarlo a sus necesidades.
Aunque los primeros humanos sin duda vivieron más o menos en armonía con el medio ambiente, como los demás
animales, su alejamiento de la vida salvaje comenzó en la prehistoria, con la primera revolución agrícola. La capacidad de controlar y usar el fuego les permitió modificar o eliminar la vegetación natural, y la domesticación y pastoreo de animales herbívoros llevó al sobrepastoreo y a la erosión del suelo. El cultivo de plantas originó también la destrucción de la vegetación natural para hacer hueco a las cosechas y la demanda de leña condujo a la denudación de montañas y al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser considerados plagas o depredadores.
Mientras las poblaciones humanas siguieron siendo pequeñas y su
tecnología modesta, su impacto sobre el medio ambiente fue solamente local. No obstante, al ir creciendo la población y mejorando y aumentando la tecnología, aparecieron problemas más significativos y generalizados. El rápido avance tecnológico producido tras la edad media culminó en la Revolución Industrial, que trajo consigo el descubrimiento, uso y explotación de los combustibles fósiles, así como la explotación intensiva de los recursos minerales de la Tierra. Fue con la Revolución Industrial cuando los seres humanos empezaron realmente a cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su atmósfera y la calidad de su agua. Hoy, la demanda sin precedentes a la que el rápido crecimiento de la población humana y el desarrollo tecnológico someten al medio ambiente está produciendo un declive cada vez más acelerado en la calidad de éste y en su capacidad para sustentar la vida.