jueves, 27 de agosto de 2009

riesgos tecnologicos


Los riesgos tecnológicos son riesgos asociados a la actividad humana (tecnológicos, biológicos,...). Se trata de los riesgos percibidos como fenómenos controlables por el hombre o que son fruto de su actividad.

La diversidad de los riesgos tecnológicos

  • Algunos riesgos están directamente relacionados con las actividades agrícolas y industriales. Los tratamientos químicos inducidos por el productivismo agrícola contaminan las capas freáticas. El agua potable escasea.
  • Las actividades industriales generan también riesgos, especialmente en el sector de la química. Así, en 1976, en el municipio de Séveso cerca de Milán, en Italia, una fábrica química dejó escapar vapores de dioxina en la atmósfera que han tenido graves consecuencias sobre la salud de las poblaciones cercanas. En 2001, la explosión de la fábrica química AZF de Toulouse (Francia) ocasionó victimas humanas y destrucciones considerables.
  • La producción, el transporte y el consumo de energía están en el origen de numerosos riesgos. El transporte de petroleo por mar ya ha provocado un gran número de mareas negras como la catástrofe del Prestige, teniendo especial incidencia en Galicia, en el 2002. La emisión de gases a efecto invernadero, es en parte responsable del calentamiento global. Las centrales nucleares están muy vigiladas pero catástrofes (fugas radioactivas) ya han tenido lugar como por ejemplo, el accidente de Chernóbil (en Ucrania) el 26 de abril de 1986.

La distribución desigual de los riesgos tecnológicos

  • Los riesgos tecnológicos existen en los países ricos así como en los países pobres o en desarrollo. En 1984, en la ciudad india de Bhopal, una fuga tóxica conlleva la muerte de unas 4 000 personas. Las ciudades chinas están entre las ciudades más contaminadas del mundo.
  • Los países del Sur están particularmente expuestos porque el rápido desarrollo económico pone de lado las medidas de precaución elementales. Este fue también el caso de los países actualmente desarrollados durante la revolución industrial del siglo XIX al siglo XX.

jueves, 13 de agosto de 2009

PROBLEMAS AMBIENTALES



La especie Homo sapiens, es decir, el ser humano, apareció tardíamente en la historia de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar el medio ambiente con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos hicieron su aparición en África, no tardaron en dispersarse por todo el mundo. Gracias a sus peculiares capacidades mentales y físicas, lograron escapar a las constricciones medioambientales que limitaban a otras especies y alterar el medio ambiente para adaptarlo a sus necesidades.
Aunque los primeros humanos sin duda vivieron más o menos en armonía con el medio ambiente, como los demás
animales, su alejamiento de la vida salvaje comenzó en la prehistoria, con la primera revolución agrícola. La capacidad de controlar y usar el fuego les permitió modificar o eliminar la vegetación natural, y la domesticación y pastoreo de animales herbívoros llevó al sobrepastoreo y a la erosión del suelo. El cultivo de plantas originó también la destrucción de la vegetación natural para hacer hueco a las cosechas y la demanda de leña condujo a la denudación de montañas y al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser considerados plagas o depredadores.
Mientras las poblaciones humanas siguieron siendo pequeñas y su
tecnología modesta, su impacto sobre el medio ambiente fue solamente local. No obstante, al ir creciendo la población y mejorando y aumentando la tecnología, aparecieron problemas más significativos y generalizados. El rápido avance tecnológico producido tras la edad media culminó en la Revolución Industrial, que trajo consigo el descubrimiento, uso y explotación de los combustibles fósiles, así como la explotación intensiva de los recursos minerales de la Tierra. Fue con la Revolución Industrial cuando los seres humanos empezaron realmente a cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su atmósfera y la calidad de su agua. Hoy, la demanda sin precedentes a la que el rápido crecimiento de la población humana y el desarrollo tecnológico someten al medio ambiente está produciendo un declive cada vez más acelerado en la calidad de éste y en su capacidad para sustentar la vida.